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Ella es Nora, una preciosa gata de 6 años a quienes estamos cuidando mientras le conseguimos un hogar definitivo (Apoyando también a la gente de la Asociación Madrid Felina por su estupenda labor). A penas llegó a nuestra casa ayer (Viernes 25 de Septiembre 2015).
Quiero ir narrando su historia en este espacio para que la vayan conociendo y si alguien se enamora de ella y se compromete de por vida con ella, pues ofrecerle un hogar definitivo. De igual manera quiero ir narrando paso a paso lo que ocurre y debe hacerse con un gato de este tipo (muy asustadizo) cuando llega a un sitio nuevo, que de paso hay demasiados gatos alrededor.
Es una gata muy tímida, con gatos y con gente, sólo se me acerca cuando tengo comida. Lleva 2 años viviendo sola en una casa, recibiendo visita sólo 1 vez al día para darle alimento, limpiarle la arena y asegurarse que estuviera bien, acompañarla por sólo un rato. Su experiencia con otros gatos no ha sido positiva, siendo un gato tan asustadizo y ya adulto, convivió por un tiempo con un cachorro hiperactivo que lo que hacía era atormentarla. Este año alguien la adoptó, pero parece que la devolvieron porque no quería jugar con el otro gato y lo que hacía era estar escondida. Al mes la devolvieron. Es claramente un gato con muchas inseguridades, por lo que no cualquier persona sabrá manejar o entender esta situación, lo cual le puede generar mucho estrés y ansiedad adicional al gato, acentuando sus inseguridades. Mi casa le debe parecer terrorífica, olores extraños, gente extraña, ruido de la calle, ruido de los vecinos que se escucha a través de las paredes y techo, y gatos maullando y rascando la puerta del salón que están impacientes por conocerla.
Para quienes no han leído todas mis historias, tengo 4 gatos (ahora 5 con Nora). De personalidades muy distintas: Shadow, muy tímida, odia los cambios, no demasiado juguetona, muy cariñosa y odia cada vez que le traigo un gato nuevo. Candy, la más social de todas, a pesar que con la gente no se deja cargar excepto por mi esposo o por mi y de una manera muy específica para que no lo muerda a uno; le encantan los juegos, le encanta la comida, y es muy conversadora. Nikita, la más malcriada de todas y que no puede estar 2 segundos sin estar sentada encima mío (excepto en verano), que fastidia a Shadow cuando se coloca en sus sitios favoritos o cuando está fastidiada, y se molesta cuando juega con Candy y ella le gana, detesta los sonidos agudos como gritos o tonos muy elevados, o cuando alguna de las otras se asustan por alguna razón. Y Minina, cuya historia tengo en la lista pendiente de escribir en el blog; nuestra viejita de 17 años que recién llegó a nuestra casa hace algunos meses y tiene privilegios adicionales, es una gata que requiere cuidados especiales por su edad y condición que en algún momento conocerán con más detalle, pero ella digamos que está en su mundo y no se mete con nadie, así que para Nora, no será problema de seguro.
PASOS A SEGUIR PARA LA INTRODUCCIÓN
En primer lugar, se definió un espacio donde Nora pudiera estar sola, ya es suficientemente estresante el cambio de ambiente y cambio de olores como para lanzarle 3 gatos curiosos encima a los cuales les pertenece ese territorio. Así que cero contacto con el resto, por lo menos de frente. Ella sabe que están ahí, al igual que las mías saben de la nueva inquilina (no han hecho sino maullar a la puerta del salón desde que llegó) y ya eso es el inicio de la introducción, saber de la presencia del otro sin que sea traumático, permitirles acostumbrarse a los olores y sonidos, y sobretodo darle la oportunidad a Nora de que tenga un territorio propio, que pueda dejar su olor y sentirse cómoda en el sitio y con nosotros. Luego pasaremos lentamente a la introducción con las demás.
Al llegar encontró un escondite entre el sofá y una separación que tengo en la mitad del salón. En la noche la dejé que estuviera allí, para darle oportunidad a que el primer susto pasara. Hoy ya le bloqueé ese espacio ya que si la dejo ahí, nunca logrará tener seguridad suficiente para salir y hacer suyo el resto de los espacios. Igual tiene espacios donde refugiarse, pero no son «cuevas» escondidas donde no ven ni interactúan con nada ni nadie, sino «refugios» desde donde pueden supervisar lo que ocurre, ver lo que sucede alrededor, con fácil entrada y salida, y de alguna manera forman parte de un entorno del que pueden ser parte de lo que ocurre, sin «desaparecer», pero igual sentirse seguros.
Es importante que nunca se obligue a la fuerza al gato de salir de su cueva, ya que ellos lo interpretan como una agresión y puede empeorar su condición o volverse agresivos. Queremos gatos que tengan confianza, y eso no se logra obligándolos a nada. Hay que motivar su salida y las dos formas más sencillas son: comida y/o juegos.
Cuando me hablaron de Nora me dijeron que no le gusta jugar, por lo que uno tiende a asumir que eso siempre es así, pero aunque sea poca la motivación de juego, a veces simplemente hay que encontrar el juguete adecuado que logre aunque sea la atención mínima. Nunca será un gato demasiado juguetón, pero si lo suficiente como para poder ayudarlo a descargar algo de tensión y ganar su confianza. A continuación una secuencia de fotos de cómo logré sacar a Nora de su cueva


Ahora la dejé tranquila un rato en su refugio encima del sofá (hecho con los cojines del sofá), a mi lado mientras escribo esto. De esta manera ella se seguirá acostumbrando a los olores y a mi presencia y me dejará tocarla sin bufar. Igualmente le doy comida húmeda y me quedo con el plato en la mano o muy muy cerca del plato para que ella me asocie con cosas buenas. Poco a poco iré abriendo un poco más el espacio entre los cojines para que no se convierta en otra cueva, sino sólo en refugio, hasta que deje de necesitarlo.
Iré actualizando este post a medida que hayan avances. Espero que difundas esta historia y así ayudarla a conseguir un hogar definitivo, alguien que la ame, la entienda y la respete como ella es y le de la oportunidad de amar y ser amada de por vida como se lo merece.
LUNES 28-SEP-15 – Logrando confianza
Nora ya está bastante más tranquila, ya nos reconoce y se nos acerca, pide cariño y no se esconde al menos que haya mucho movimiento. Ya eligió su lugar favorito en el salón:
Es una gata muy cariñosa y curiosa, atenta a todo lo que ocurre a su alrededor. Cada vez que abro la puerta del salón se asoma a ver qué logra ver. Mis gatas cual guardias en fila del otro lado de la puerta esperando a ver si pueden pasar.
Con nosotros tomó un par de días para tener confianza, a veces nos bufaba sobre todo cuando acabábamos de tocar a las otras ya que le olía a las gatas, pero en el caso de ella sin agresión. Importante no forzar la situación si un gato te bufa, pues si el gato no es tan bueno, pues puedes salir herido y perder cualquier confianza que se haya generado. A pesar de que ella no es agresiva, igual no forzamos la barrera y le permitimos el tiempo que fuera necesario para que se acostumbrara a nuestro olor y que inevitablemente le oleríamos a gato.
Ya ha tenido un par de encuentros con ellas. Candy, que solo va pendiente de la comida, entró buscando dónde estaba ese premio; Shadow también, finalmente comienza a asociar que cuando huele a gato extraño, es porque comida sabrosa trae. Niki sí más cautelosa, entró oliendo el salón. Ninguna de ellas mostró excesiva agresividad, además de intercambiar un par de bufadas al verse de frente. A pesar de esos encuentros, que fueron de segundos, NUNCA las tres a la vez y dejando siempre una distancia para ir midiendo los niveles de agresión. Es importante que el tiempo de los encuentros comience muy corto, y poco a poco vaya subiendo, si dura mucho tiempo desde el principio se corre el riesgo que se pongan cada vez más tensos y termine habiendo una pelea, que es lo que queremos evitar a toda costa.
Cada vez que alguno de nosotros entra o sale del salón, luego de haber tocado a la gata, se les deja a las otras oler la mano para que vayan acostumbrándose al nuevo olor y viceversa. Que asocien todo lo bueno (cariños, juegos, comida) con el olor del otro.
La comida se las servimos a la misma hora, frente a la puerta del salón de uno y otro lado, así se acostumbran a comer con el olor de las demás muy cerca y la asocian con algo que les gusta como lo es el alimento favorito de ellos. Al principio hay que poner el plato a cierta distancia porque sienten a los otros muy cerca y no se quieren acercar ni a la comida. A medida que vaya ganando confianza, se va acercando la comida a la puerta.
El siguiente paso, una vez que coman sin problema pegados a la puerta, es abrirla pero con una separación, como con una malla de mosquitero por ejemplo, o abriendo un poco la puerta para que a penas se vean, al momento de servir la comida. Así no solo se olerán sino que se verán también. Así se pueden oler más de cerca y se previene cualquier reacción agresiva hacia el otro.
Una vez que eso ocurra, uno mismo se dará cuenta si ya están listos para andar sin cercas ni puertas cerradas. Esto puede tomar días o semanas. El esfuerzo vale la pena porque mientras menos traumática sea la introducción, menos problemas tendrás más adelante. Veamos cuánto le toma a Nora…
¡Recuerda compartir su historia!
ACTUALIZADO 19-OCTUBRE – Abriendo puertas
Casi 4 semanas después de haber recibido a Nora y anoche fue la primera noche que durmió con la puerta del salón abierta. Ayer fue el primer día que estuvo todo el día con la puerta abierta, y con todo y eso, todavía no está completamente acostumbrada a las otras gatas.
Es importante recordar que el tiempo de cada gato y su adaptación varía, sobretodo cuando son gatos tímidos en un sitio con otras mascotas, puede ser prolongado. Lo importante es no desesperar.
Hay días que parece avanzar mucho y de repente retrocede. Parte del proceso que he seguido ha sido que se acostumbre a un horario de alimentación. Yo no estoy a favor del «sirvase cuando quiera» y el plato siempre lleno. Es más fácil trabajar con un gato que tiene la motivación de comer. No es dejar que pase hambre, ya que come 2 veces al día, que de paso se previenen problemas de salud como la obesidad al controlar la cantidad de alimento que comen. Así que a la misma hora que comen mis gatas, come Nora, misma ración aunque todavía no le gusta el alimento que hago, no voy a obligarla a tantos cambios a la vez, así que le doy comida húmeda que se que le encanta y no le queda otra opción que ir hasta el plato de comida justo al lado de las demás.
Cada vez come con menos miedo, cuando escucha la lata sale corriendo a la cocina aunque estén las otras gatas.
Todavía les gruñe si se le acercan mucho, pero cada vez menos. Mis gatas ya están bastante acostumbradas a que ella esté, y solo esperan con paciencia el día que ella entienda que no tiene por qué tener miedo. El día de hoy incluso ha sido más tranquilo que ayer.
Independientemente de que ella pueda adaptarse bien a un hogar con otros gatos, requiere de bastante paciencia y gatos que no sean muy activos para ella vivir una vida tranquila, si hubieran cachorros en mi casa o adolescentes, de razas con mucha energía, el proceso podría durar mucho más. No sólo se requiere paciencia y las estrategias que les comento, sino también una casa adaptada para que puedan convivir varios gatos y que cada uno pueda tener su espacio. Como menciono antes, una casa adaptada con baldas, estantes, muebles donde montarse y bajarse, de manera de poder descargar energía, correr, jugar, marcar terreno afilándose las uñas, asomarse en las ventanas, tener rutas de escape a través de los muebles si la están persiguiendo por cualquier razón, y ver pájaros y movimiento, tiempo de juegos con sus dueños, son todas cosas necesarias para que haya armonía en la casa y reducir al mínimo cualquier enfrentamiento o conducta inadecuada entre ellos o con cosas de uno.
Nora es una gata cuya casa ideal es donde no hayan otras mascotas, o como sumo 1 solo gato ya adulto, que sea tranquilo y se lleve bien con otros gatos. Es una gata que no da ningún tipo de problemas y da mucha compañía, es muy dulce y graciosa.
Si eres o conoces a alguien que quiera una mascota, y no quiere muchas complicaciones, Nora es la candidata perfecta para eso, está acostumbrada a estar sola durante el día, y aprecia la compañía cuando llega, por lo que si trabajas todo el día y quieres llegar a descansar junto a la compañía de Nora y acompañarse mutuamente, contáctanos: (Madrid) 673457943 / misgatitosyyo@gmail.com
Y NO OLVIDES DIFUNDIR SU HISTORIA!
2 respuestas a «En Adopción: Nora, en búsqueda de un hogar definitivo (Madrid)»
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